miércoles, 25 de enero de 2012

Los Tamanacos, una tribu de América del Sur, usaba la misma palabra para cinco y para ‘una mano entera’. La palabra seis significaba ‘con la otra mano’, siete era ‘dos de la otra mano’ y análogamente para ocho y nueve. El diez era ‘ambas manos’. Del once al catorce los Tamanacos extendían ambas manos y contaban ‘uno del pie’,’ dos del pie’ y así sucesivamente hasta llegar al ‘un pie completo’. El sistema continuaba con el dieciséis expresado como ‘uno del otro pie’ hasta el diecinueve. Veinte era la palabra que los Tamanacos usaban para ‘un indio’ y así ‘dos indios’ significaba cuarenta.
La nomenclatura de los números se basaba en partes del cuerpo humano; actualmente se habla de dígitos que tiene un origen en la palabra latina dedos.
Al parecer fue la necesidad de nombrar los números mayores de cinco lo que obligó a adoptar el sistema en base 10. Sin embargo, hoy en día, generalmente, cuando tocamos los dedos con una mano nombramos los números ordinales primero, segundo, tercero … y cuando simplemente los levantamos estamos nombrando los cardinales uno, dos, tres…
Durante la Edad Media fueron muy pocas personas las que conocían las tablas de multiplicar mayores de cinco. Se usaba un método muy popular que se basaba en el uso del complemento de los número dados relativamente a 10. El complemento de un numero n relativamente a 10 es 10-n.
En este método era frecuente utilizar los dedos de las manos como instrumento de cálculo.
Se asociaba a los dedos de cada mano los números 6,7,8,9 y 10, empezando por el dedo pequeño.
 

Para multiplicar 7 por 8, se juntan los dedos asociados al 7 y al 8, como se observa en la figura siguiente:Para multiplicar 7 por 8, se juntan los dedos asociados al 7 y al 8, como se observa en la figura siguiente:

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